Hyundai Veloster, la segunda generación le agrega deportividad a la receta.
Mucha actividad se está desarrollando al interior de la firma surcoreana Hyundai, marca que en el mercado chileno registra cinco lanzamientos en lo que va corrido del año; según sus ejecutivos aún quedan más novedades que presentar. Y el Veloster es lo más reciente, la segunda generación de este hatchback deportivo, que fue develado en 2011 con el propósito de reemplazar al S-Coupé. En nuestro país este ejemplar con nombre “reptiliano” ha logrado una venta acumulada de 5.300 unidades.
El nuevo Veloster aumenta sus dimensiones externas, quedando con 4.240 mm de largo (+20 mm), 1.800 mm de ancho (+10 mm), 1.409 mm de alto (+10 mm) y con 2.650 mm de distancia entre; en este punto no hubo cambios. Merced al agudo diseño de la carrocería el coeficiente aerodinámico quedó con un Cx de 0,32, y estructuralmente sigue ofreciendo ese curioso formato provisto de una puerta para el conductor y dos puntos de acceso en el flanco derecho; más portalón trasero claro está. La marca define esa arquitectura como asimétrica, denominación que la describe muy bien.
La cabina exhibe cambios profundos. Es un puesto de manejo orientado al conductor, por lo que incluso la faz del tablero y la posición de la consola central apuntan hacia el piloto; resulta muy fácil ubicar cada uno de los mandos, y operar la pedalera, el volante y la selectora de cambios. No obstante la visibilidad sigue siendo limitada hacia el sector de la zaga, producto del excesivo grosor del pilar C y la acentuada caída del techo.
Uno de los puntos cuestionables del Veloster era la ausencia de una versión equipada con una planta motriz más potente, al menos en Chile, algo que por fin fue resuelto. Esta segunda camada considera dos alternativas de motorización, pero lo mejor de todo es que no se trata sólo de una diferencia técnica, sino que dicha variante también incluye un look más atrevido. En este apartado el Veloster Turbo se destaca por su frontal con mascarilla ornamentada con un entretejido, por la doble salida de escape con caños independientes, y por contar con unas exclusivas llantas de 18”.
En los niveles más altos del line up se incluyen espejos exteriores abatibles eléctricamente, llave inteligente con botón de encendido, volante y pomo cubiertos con cuero ecológico, climatizador, control de crucero, sistema de audio premium Infinity, exterior bitono, Head Up Display, indicador digital de rendimiento, levas al volante, luces frontales de ledes, panel de supervisión de 4,2” LCD, sensor de lluvia, sunroof, y pantalla táctil de 8” con acceso a las plataformas Android Auto & Apple CarPlay.
El motor de entrada es un gasolinero de 2.0 litros, unidad que entrega una potencia máxima de 147 CV y un torque de 179 Nm a 4.850 rpm. El segundo bloque es un turbo gasolinero de 1.6 litro, del que brotan 201 caballos y un torque de 265 Nm desde 1.500 vueltas por minuto. La primera opción puede estar acompañada de una caja mecánica o automática, ambas de seis marchas, en tanto que al impulsor turbo lo asiste una avanzada transmisión automática de siete velocidades. Hay cuatro versiones disponibles, con precios que oscilan entre los $12.590.000 y $18.490.000; el Veloster Turbo llegará en octubre.