Prueba: Volkswagen Golf GTi (2.0L / 230 CV).
Se trata nada menos que del ejemplar que inauguró la categoría de los hatchback deportivos, esos compactos automóviles que tanto gustan en Europa y que, debido a su éxito, están muy lejos de desaparecer. Pero lo más curioso, es que la primera edición del Golf GTi fue desarrollada -en 1974- en el más absoluto hermetismo…más bien dicho en secreto, porque sus creadores no contaban con el beneplácito de la plana directiva de Volkswagen.
Es muy cierto que las leyendas nacen de un modo extraño, casi en un ambiente de rechazo, pese a eso logran destacarse, sobresalir y abrirse paso entre la multitud, e incluso ser aceptadas por quienes literalmente no daban un peso por ellas. Así le sucedió al Volkswagen Golf GTi, a este suculento “hot-hatch” cuya séptima generación analizamos en la siguiente prueba de manejo.
DISEÑO EXTERIOR
En este Mk7, como se le conoce al interior de la marca, destacan las armoniosas líneas que sugieren aerodinamismo y agilidad. No podría ser de otro modo considerando el público al que apunta esta variante, aunque más destacable aún es el hecho de que su vestimenta no exagera la cuota de deportividad, error en el que sí caen la mayoría de sus rivales; aquí no hay alerones ni deflectores que lo hagan lucir burdo.
La plataforma mide 4.268 mm de largo, espacio suficiente para fundar una carrocería musculosa y geométrica, rasgos que son comunes de hallar en los ejemplares concebidos dentro de este grupo; las mismas soluciones están presentes en los portadores de los escudos Audi, Skoda y Seat.
Los bordes angulares, casi filosos, los pasos de ruedas amplios y la proa en forma de cuña son los responsables de que este Golf luzca tan atractivo, sin que importe si está siendo observado por un comprador joven o uno de mayor rango etario.
DISEÑO INTERIOR
La cabina muestra un ambiente deportivo clásico, es decir con una serie de aditamentos que concuerdan con su naturaleza pero sin extravagancias o excesos de entusiasmo. Los indicadores están en el lugar que les corresponde, en un compartimiento detrás del volante, y no sobre el plafonier u otro rincón extraño; es una pésima moda repartir relojes en el cockpit para elevar la deportividad de un habitáculo. Por suerte que el Golf no cayó en esas necedades.
El puesto de manejo no es complicado, siendo la correcta ergonomía lo que más se agradece en la primera impresión. El volante posee borde inferior plano, en forma de “D” como suelen decir los diseñadores, detalle que además de cumplir un rol estético nos permite acomodar las piernas al momento de ubicarnos en la butaca. Y acerca de los asientos, es importante señalar que si bien poseen bordes laterales prominentes, como deben ser por cierto, tanto el cojín como el respaldo son sumamente mullidos, virtud que convierte a este Golf en un excelente automóvil para uso diario.
Hay buen espacio disponible para cinco ocupantes adultos, otra enorme ventaja comparativa, mientras que el compartimiento de carga está homologado para recibir 380 litros. Los materiales y las terminaciones se ajustan al valor comercial de este producto, el que además ofrece una larga lista de equipamiento.
COMPORTAMIENTO
En el vano frontal se esconde un motor turbo gasolinero de 2.0 litros, de la familia TSI, del que emana una potencia máxima de 230 CV a 4.700 rpm y un torque de 350 Nm a 1.500 rpm. Este impulsor está coligado a una transmisión con doble embrague pilotado, es decir un conjunto DSG de seis velocidades. Con respecto a la generación seis, el Mk7 ganó 10 caballos.
Es un buen compañero para las actividades cotidianas, ya que la planta motriz no es brusca en sus reacciones ni se siente incómoda en medio de las exigencias urbanas; en otras palabras, este Golf no nos suelta la mano para salir corriendo como loco. Es muy fácil de llevar, por su gentileza mecánica, pero además por el hecho de incluir dos modos de conducción: Normal y Sport.
La suspensión reacciona bien ante los baches, sin golpes o sacudidas, pero obviamente que no es tan confortable como la de un Golf “normal”. La calibración es más rígida, algo que disfrutaremos en los caminos revirados, en tanto que la dirección es tan precisa que sentiremos como si el volante fuese una extensión de nuestras manos; por eso es recomendable que nos habituemos a su nerviosismo antes de realizar maniobras complicadas.
El Golf GTi nació para correr, eso no lo negamos, y por lo tanto tiene unos frenos, una dirección y una suspensión idóneos para tal exigencia. Va de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, aunque más allá de su poder de aceleración, es esa correcta mezcla de deportividad con amabilidad la que termina por conquistar al usuario; es sin lugar a dudas un hatchback fuera de serie.
FICHA TÉCNICA
Precio: $20.990.000
Motor: 2.0L 230 CV / 350 Nm
Transmisión: DSG / 6 marchas
Tracción: Delantera
0-100 km/h: 6,4 segundos
Vel. Máxima: 248 km/h
Rend. Mixto: 15,8 km/l
Largo: 4.268 mm
Ancho: 1.799 mm
Alto: 1.482 mm
Entre ejes: 2.626 mm
Maletero: 380 litros