El nuevo buque insignia de Volkswagen será presentado en 2018, y también el próximo miembro de la familia I.D.

¿Recuerdas al Phaeton? Ese auto, capricho del entonces mandamás de Grupo Volkswagen que fue construido en una planta con lo último en tecnología, hecha totalmente de vidrio en Dresden, Alemania. Si no lo recuerdas no te culpamos, porque nunca se vendió en México y fueron muy pocos los que vieron uno, pero usaba un motor W12, suspensión neumática y era armado de forma artesanal en la misma plataforma que el Audi A8.

En 14 años de producción solamente se vendieron 84,000 unidades en todo el mundo y desde su desaparición hace más de 2 años Volkswagen no había tenido un sedán de lujo como tope a nivel global, aunque hace un año se presentó el Phideon, que siguió con el legado, pero fue exclusivo de China.

Volkswagen planea tener 19 SUVs y 40 autos de pasajeros en todo el mundo con motores de gasolina, diésel y eléctricos para 2020, y el buque insignia, hasta ahora, había sido omitido de esta gama. Sus autos medianos se dividen entre el conservador Passat y el más glamuroso Arteon que fue presentado recientemente, mientras que los Polo y Golf han derivado de sus plataformas a SUVs en forma de Tiguan, T-Roc y en futuro no muy lejano, T-Cross.

Volkswagen solucionará esta ausencia en el próximo Salón de Ginebra cuando presente un adelanto en forma de auto conceptual, de un sedán aún sin nombre de más de 5 metros de longitud con propulsión cien por ciento eléctrica. El nuevo buque insignia será el modelo de mayores dimensiones contemplado para la plataforma MEB que ya conocimos en I.D. Hatchback, I.D. Buzz y I.D. Crozz., según confirmó Frank Welsch, director de desarrollo de Volkswagen.

“Vamos a tener un concepto en Ginebra que muestre la dirección que vamos a tomar,” dijo. “Hicimos un mapa para cada área: Touareg, Arteon y, ¿hay espacio para algo más?”

Volkswagen desarrolló la ubicua plataforma MQB para albergar a todos sus productos, desde el pequeño Polo hasta la gigantesca SUV para 7 pasajeros, llamada Atlas. La filosofía con el MEB es similar, para autos de todos los tamaños, pero con propulsión eléctrica.

Esa plataforma debutará en producción el año entrante con el I.D. hatchback, seguido unos meses después por el I.D. Buzz y I.D. Crozz, y luego un sedán de grandes dimensiones con el prefijo I.D. para denotar su pertenencia a la familia eléctrica.

Aún para un sedán tope de gama, no se justificaría el costo de usar la otra plataforma eléctrica Premium del consorcio, el chasis J1 de Porsche que debutará próximamente con el Mission E. “Somos Volkswagen y desarrollamos MEB para nuestros clientes con cierta cantidad de dinero para gastar en un auto.”

“Pero MEB es bastante flexible y probablemente vayan a sorprenderse. Es una carrocería concepto mejorada, también hicimos investigación con nuestros clientes y tuvo mucho éxito, por lo que decidimos seguir esta dirección. Ya veremos en Ginebra.”

Welsch insistió en que Volkswagen nunca pensó realmente en usar el Phideon Plug-In del mercado chino como auto global, aunque es técnicamente más grande que Passat y Arteon. “No haremos al Phideon global. Podríamos, pero no lo haremos porque si buscas en ese segmento, te darás cuenta de que Arteon no cuadra correctamente en ningún mercado a parte de China.

La gente ahí [China] espera un auto de estilo más clásico. Probablemente algunos clientes en Europa estarían de acuerdo, pero no en el mejor de los sentidos, porque si comparas solamente el apartado estético con Arteon está un paso por detrás [de Arteon] en términos de diseño y expectativa.”

“Algunas personas en Europa dirán que el Phideon es un auto antiguo, pero no lo es para la clase en China que compra estos autos. Ellos [en China] esperan un diseño tradicional así que desarrollamos un auto solamente para ellos, pero en Europa se espera un diseño más innovador.”

“En Europa, lo que consideramos diseño progresista no funcionará en China. Este tipo de modelo Premium con el que la gente sentirá apego, pero por eso Phideon no podía ser un auto global,” concluyó.