Infiniti Q50, lo perfecto puede mejorar

Está claro que no es fácil mejorar algo que nació perfecto o que se encuentra en un nivel superior en cuanto a calidad. No obstante, la firma estadounidense Infiniti, la división de lujo del fabricante japonés Nissan, se dio maña para introducirle una serie de ajustes a su exquisito sedán Q50.

Si bien no son cambios radicales, que salten a la vista, los ajustes exteriores contribuyen a afinar su aspecto, a mejorar la aerodinámica y anticipar la presencia de un bloque motriz de altas prestaciones. Lo que más destaca son las llantas deportivas de 19 pulgadas, cuyas espaciadas cribas dejan ver unos grandes discos de frenos ventilados y unas mordazas de color rojo; tampoco pasa desapercibida la amplia toma de aire ubicada en el zócalo frontal.

Este Infiniti cuenta con los últimos avances electrónicos al servicio del usuario, en los ítems de seguridad y confort. Incluye control de velocidad crucero adaptativo al volante, así como ajustes en los niveles de potencia y variación de frenado dependiendo de la presión de cada neumático. Las terminaciones son altamente refinadas, con acabados Silk Obi Aluminum, una presentación superlativa e ideal para quienes gustan del lujo.

El apartado técnico lo protagoniza un poderoso motor Twin Turbo V6 de 3,0 litros, que produce una potencia máxima de 375 CV y un  torque de 400 Nm. Lo acompaña una transmisión automática de siete velocidades, que envía energía cinética a los neumáticos traseros.

Este remozado sedán llega para competir codo a codo con ejemplares europeos como el Audi A4, Mercedes-Benz Clase C y Volvo S60. El precio referencial declarado por la marca, que en Chile está bajo la representación de SK Bergé, es de $35.900.000.