Chevrolet Tracker, regresa a Chile dispuesto a imponer sus propias reglas
El segmento de los SUVs acapara el 9% del mercado total, hablando sólo de Chile, y de ese dígito el 33% corresponde a SUVs compactos. Sobre esta base de análisis Chevrolet determinó que era de suma urgencia contar con un crossover de tamaño mediano, un defensor dentro del citado segmento que logre captar algunas de esas 1.200 unidades que como promedio mensual se tranzan en este nicho.
El nuevo Tracker llegó para enfrentar todos los desafíos, especialmente los que le imponen rivales como el Ford Ecosport, Hyundai Creta, y Suzuki Vitara.
El equipamiento debió replantearse, con respecto a la primera generación, para estar más a tono con lo que ofrecen sus antagonistas; desde ahora las llantas deportivas de 18” son de norma, y las unidades tope de línea incluyen seis airbags y cámara de retroceso. La conectividad está garantizada con la presencia del sistema infotainment MyLink, que permite reproducir música, videos y mostrar fotografías almacenadas en la memoria del teléfono; es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
Todas las versiones cuentan con motor gasolinero de 1,8 litro, en el que se despliega una potencia máxima de 138 CV y un torque de 178 Nm. La transmisión puede ser mecánica de cinco marchas o automática de seis, y dos de las cuatro versiones están equipadas con tracción integral.
El Tracker exhibe un diseño moderno, sobre todo en la proa, en tanto que los flancos se caracterizan por los pasos de ruedas anchos y por esa elegante línea dinámica que se desliza por la parte alta de las puertas.
Los precios son: $12.190.000 (LS MT), $13.590.000 (LT MT), $14.790.000 (LT AT 4WD), y $15.790.000 (LT AT Full 4WD). Son valores considerables, no de acceso precisamente, y por lo mismo nos parece un desacierto que la versión de entrada no considere los frenos ABS como parte de su dotación estándar; ya no estamos en los noventa. La marca espera una venta mensual de 270 unidades.