A prueba: JAC S2, un crossover para conquistar la ciudad
El S2 calza dentro de la categoría de los crossovers compactos, ejemplares cuya principal virtud es que han sido fundados sobre una plataforma tomada de un hatchback o un sedán. Esto mismo los hace muy agradables de conducir, aunque no tan ágiles cuando se abandona el asfalto para enfrentar un camino agreste.
Dentro de la gama JAC, marca de origen chino que en Chile es representada por Derco, el S2 se ubica al inicio de la oferta. Es el hermano menor de S3 y S5, con los que comparte algunos elementos del diseño exterior y se diferencia en cuanto a dimensiones; entre el S2 (4.135 mm) y el S5 (4.475 mm) hay 340 mm de discrepancia.
La familia S2 está compuesta por cinco versiones, distinguidas con los apelativos Comfort, Comfort Bicolor, Sport, Luxury y Luxury Bicolor. Los precios oscilan entre $7.190.000 y $8.090.000, valores en los que se incluye el bono ofrecido por la marca y que asciende a 500 mil pesos. Entre sus principales competidores están el Great Wall M4, BAIC X25, Brilliance V3 y Lifan X50, todos coterráneos y semejantes en política de precios.
Silueta convexa
Muchos fabricantes chinos están confiándole el aspecto de sus modelos a los estudios europeos, más precisamente a los italianos; incluso hay marcas que han fundado sus propios centros de estilo en ciudades como Milán o Turín. JAC Motors no es la excepción, y casi todos los ejemplares que conforman su line up visten trajes italianos, lo que de cierto modo les garantiza ser bien recibidos en la mayoría de los mercados del mundo.
Pero está claro que al S2, y de rebote a sus congéneres S3 y S5, le queda mucho camino por recorrer para que se le pueda considerar un crossover con cierta personalidad estética o simplemente atractivo. Luce como un hatchback excedido de peso, lo que está muy lejos de esa aerodinámica silueta que debe ostentar esta tipología; recordemos que es un crossover y no SUV.
La plataforma, que como ya lo mencioné mide 4.135 mm de largo, considera además unas cotas de ancho y batalla que se alzan hasta los 1.750 y 2.490 mm, respectivamente. Por suerte que la altura no se exageró (1.550 mm), porque de lo contrario la carrocería se hubiese visto más desproporcionada.
Un punto a su favor es la presencia de esa “boca negra”, que le otorga cierta solemnidad y elegancia al frontal. También destaca el diseño de los neblineros, pese a que esa enorme estrella que descansa en el centro de la mascarilla nos recuerda la insignia de un sheriff del lejano oeste.
Volumetría destacable
El habitáculo me agradó bastante, mucho más que el exterior por cierto. Se nota que en este tema los diseñadores de JAC Motors se preocuparon de investigar las necesidades de los compradores; posee muchos aciertos que me hacen suponer que así fue.
Los asientos son muy confortables, gracias a la espuma blanda que les da forma, pero más destacable aún son esos marcados bordes laterales que retienen el cuerpo en las curvas. La banca trasera cumple mis expectativas, mediante un buen espacio para acomodar a tres viajeros y el mismo grado de comodidad concedido adelante.
La volumetría también me impresionó positivamente, sobre todo la cantidad de centímetros libres que hay en el piso de la segunda fila y entre la cabeza y el techo; está claro que la cabina se presta de buen modo para enfrentar largos viajes por carretera. La capacidad de carga está dentro de la media de este segmento, y es que esos 450 litros (extensibles) se encuentran al mismo nivel de los 455 litros del Brilliance V3 y muy por encima de los 310 litros que ofrece el Great Wall M4.
En lo que respecta a materiales me parece válido aplicar la regla “se tiene por lo que se paga”. En otras palabras, tanto la calidad de los plásticos como las terminaciones generales cuadran dentro de lo que debemos esperar a cambio de un precio asequible; si queremos más calidad tendremos que pasar al siguiente nivel en la escala de precios. No obstante, el equipamiento es muy generoso incluso en la versión de entrada, contándose en la lista estándar dispositivos tales como alzavidrios one touch, aire acondicionado, computador de viaje, volante multifunción, control de crucero, frenos ABS+EBD, control de estabilidad, asistente para ascenso, sensor trasero y doble airbags, entre otros.
Brilla en la ciudad
Un motor gasolinero de 1.499 cc, con distribución variable VVT, es el responsable de brindarle energía cinética a este crossover compacto; está en condiciones de erogar 111 CV a 6.000 rpm y 146 Nm desde las 3.500 vueltas. Si bien no son grandes despliegues de caballos y newtons, son suficientes para animar a este automóvil cuyo peso bruto (PBV) va un poco más allá de la tonelada y media.
Pero otro tema es en la práctica, escenario en el que el JAC S2 hace notar su más grande defecto: la falta de fuerza en los ascensos. Efectivamente, noté mucha pereza en subidas no tan extremas, como las de los estacionamientos subterráneos, e incluso en situaciones que no deberían perjudicarle, como la pendiente positiva que experimenta la ruta que va hacia Los Andes…junto antes del peaje Chacabuco.
Tenemos que aceptar el hecho de que la evolución experimentada por los fabricantes chinos aún no llega al delicado asunto del torque, porque haciendo memoria aún no me he topado con un ejemplar de este origen que se destaque en la generación de Nm. Y lo de siempre: debemos utilizar los cambios menores de la caja (mecánica de cinco marchas) para obtener algo más de energía. Y la consecuencia habitual: lo anterior eleva el gasto de combustible y más aún la rumorosidad.
En condiciones favorables, es decir en carretera sin desniveles, el S2 rueda con una suavidad que sobrecoge. La suspensión es esponjosa, con un largo recorrido que se muestra idóneo para aplacar los baches del camino; esta misma cualidad lo convierte en un excelente viajero sobre tierra. Lástima que todo lo bueno de la suspensión sea opacado por una dirección casi sin tacto, no imprecisa, pero con un feedback tan escaso que me generó la incómoda sensación de que el citado sistema no seguía mis instrucciones; y lo repito…el sistema no es impreciso, pero su nivel de comunicación deja mucho que desear.
En la urbe todo marcha de maravilla. La suspensión es perfecta, la dirección no deja al descubierto sus debilidades gracias a la menor exigencia, los frenos jamás se fatigan y en general la cabina logra mantener el sello acústico. Está claro que el JAC S2 es más urbano que aventurero, lo que confirma la presencia de tracción delantera.
Otro punto mejorable es la inserción de los cambios, acción que requiere de cierto esfuerzo para evitar ese horrendo crujido que hacen los piñones dentados chocando entre sí; el pedal de embrague se opera sin inconvenientes.
El JAC S2 nos ofrece muchas cualidades a cambio de un buen precio, aunque está claro que aún le falta evolución para llegar al nivel de, por ejemplo, un Hyundai Creta. La relación precio-equipamiento es atinada, y este crossover se perfila como la opción correcta para el comprador iniciado; los paladares más curtidos deben apuntar a otra categoría.
Precio: $7.990.000
Motor: 1.5L 111 CV / 146 Nm
Transmisión: Manual / 5 vel.
Tracción: Delantera
0-100 km/h: 13 seg.
Vel. Máxima: 175 km/h
Rend. Mixto: 14,7 km/l
Largo: 4.135 mm
Ancho: 1.750 mm
Alto: 1.550 mm
Entre ejes: 2.490 mm
Maletero: 450 lts.