El Range Rover Sport agrega nuevo motor turbodiésel
El lujoso todoterreno británico, que en su versión 2017 perdió 39% de peso gracias a la utilización de aluminio, se presenta con una nueva opción de motor turbodiésel. Se trata del bloque TDV8 de 4,4 litros, capaz de producir 340 CV y un impresionante torque de 740 Nm a partir de las 1.750 rpm. Lo mejor de todo es que su rendimiento en carretera es de 13,1 kilómetros por cada litro de combustible; se declaran unas emisiones de 229 g/km de CO2.
El citado bloque motriz, que permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos, está coligado a una transmisión automática de ocho velocidades, la que en apenas 200 milisegundos pasa de una marcha a otra; es una acción casi imperceptible para el piloto.
Fiel a su casta, el Range Rover Sport se siente en su elemento cuando es sometido a los castigos propios de las rutas agrestes, para lo cual dispone de un despeje al piso de 278 mm, 51 mm más que la versión 2015, y de una suspensión capaz de recorrer 260 mm adelante y 272 mm atrás; sin olvidar por supuesto la presencia del sistema electrónico Dynamic Response, que ayuda a sortear todo tipo de superficies.
El Land Rover Range Rover Sport mantiene casi intacta su estética y su oferta de equipamiento; el primer punto recibió ciertas actualizaciones y el segundo no requirió mejoras. Se agrega eso sí un monitor de vadeo, denominado “Wade Sensing”, algo fundamental considerando que este coche puede enfrentar 850 mm de agua sin que su fuerza tractora se vea perturbada. ¿El precio?, 140.900 dólares.