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Lamborghini Aventador LP760, por qué es uno de los mejores deportivos

No es el más amplio, pero es sorprendentemente cómodo. Mide tan sólo 1.10 m de altura y para mi (1.90 m y 110 kg) debería de ser una tarea complicadísima sentarme al volante del nuevo superauto italiano, pero no es así. La marca no ha cedido en nada y, de la mano de una poderosa billetera del grupo aleman VW AG, juntó todo su ingenio, carisma y cariño por las líneas más propositivas con toda la ingeniería alemana. Una unión prodigiosa.

La marca ha puesto especial cuidado en todos y cada uno de los detalles, con la firme intención de marcar la pauta, no sólo dentro de la casa, sino en el prestigiado segmento de los superautos. Lambo se concentró en superar a su “flag ship”, el Murciélago, en todos los sentidos: es más grande, amplio, ligero, rígido, potente, rápido y se maneja mejor. ¿Cómo lo consiguieron? Gozando de la buena salud del Grupo VW, utilizaron muchos millones de euros y toda su creatividad para hacer, prácticamente lo que quisieron.

La construcción es uno de los valores más importantes, porque para Lamborghini se ha puesto como una de las prioridades el manejo y la relación peso/potencia, las sensaciones, la facilidad de uso; para ello ahora emplean fibra de carbono para realizar un monocasco, una especie de jaula central como el corazón de este auto, complementado con subchasis en aluminio adelante y atrás gracias al expertise de Audi con este material y garantizar menor peso que el Murcielago (100 kg), pero con mayor rigidez estructural (70% arriba). De este modo, un enorme deportivo de casi 5 metros es capaz de soportar un gigantesco V12 y moverse tan rápido como un Gallardo en circuitos revirados, pero ser incluso rápido que el Murcielago: 0 a 100 km/H 2.9 s, y una máxima de 350 km/h. Parte importante es también el uso de nuevas suspensiones importadas de F1 y el empleo de la cuatra generación del sistema Haldex, un diferencial central de acoplamiento viscoso que está a las órdenes de la electrónica y el pedal del acelerador para hacernos sentir el piloto más audaz. Todo bajo control.

El V12 también ha sido modificado, ahora pesa 25 kg menos y ofrece 60 HP más que el Murcielago, 30 más incluso que el tope de este deportivo, el Superveloce, pero además es 20% más limpio (en emisiones de CO2) y 20% más eficiente en el consumo de combustible.

¿DSG? Lamborghini la consideró inútil, pesada y mejor patentaron una de siete relaciones y cinco modos de manejo, dos autmáticos y tres manuales: strada, sport y corsa, esta última destinada prácticamente para circuitos, que se encarga de variar la respuesta del control de estabilidad y entrega del torque en el sistema de tracción integral, siendo principalmente un tracción trasera con 80% del par disponible en dicho eje. También creo que una DSG probablemente no sea capaz de soportar tanto torque o bien Lambo estaba buscando la meta de cambiar en 50 milisegundos y no era posible con una de doble embrague o simplemente no quería usar algo de Audi, finalmente tuviero cartera abierta, digamos. Los ingenieros han sido muy herméticos y se refieren a la necesidad de reducir peso y nada más.

Es tal el cuidado en este nuevo superauto que Lamborghini consideró que no había proveedor alguno que le sirviera algunos de los componentes y llegaron a la conclusión de fabricar su propio complejo de construcción para el bastidor y suspensiones, y desarrollar su propia caja.

No deja uno de sentirse emocionado con tan sólo verlo y saber que está todo dispuesto para conducirlo en el circuito de Vallelunga, Italia, uno de los sitios de desarrollo de varias escuderías de F1 de sus futuros proyectos, emociona aún más. Incomparable la sensación cuando te enteras que el circuito está abierto, sin chicanas, recta completa, curvas, zonas rápidas, la mesa puesta, literalmente.

Primero intentamos en el modo strada, para conocer el trazo, familiarizarnos con el auto. Un noble, decente y rápido deportivo. Ni parece que tengamos 700 HP disponibles, ni parece que tenemos justo detrás de nuestra cabeza el V12; el Aventador es sumamente preciso, efectivo y es tan comunicativo el chasis, que si eres fino en su trato, las asistencias ni se enteran. El sistema de tracción integral es perfecto, entiende mucho antes que la razón a dónde hay que mandar torque.

Lo conocemos, el trazo es técnico en algunas partes y muy rápido en otras con curvas ciegas que nos hacen tragar saliva pero confiar en nuestras reacciones y, sobre todo, en las del auto. Es momento de probar el modo Corsa y se despierta un auto más agresivo, los cambios, si los hacemos en la parte alta del tacómetro son violentos, salvajes, pero sumamente rápidos con una trasera más insistente y un ESP muy atento a cualquier descuido. Inyección de adrenalida inmediata. El paseo se ha convertido en una sonrisa de oreja a oreja y las reacciones son más inmediatas, con la exigencia de la máxima concentración. Ya conocemos mejor el trazado, el auto líder nos invita a ser más rápidos y todo se resume en expresiones de aprobación en cada frenada, en cada giro y a la salida pronta de una curva. 700 HP perfectamente llevados de la mano de la electrónica, la ingeniería alemana y el carisma italiano; fácil, el Aventador es sumamente fácil de llevar a sabiendas que el límite del auto está todavía a unos cuantos km/h más. La demanda el piloto es menor, el Aventador sólo invita a divertirse, a disfrutar de esa asociación que sólo puede existir entre el hombre y la máquina. Bien, muy bien por Lambo, han hecho un auto confiable, muy alemán, con un feeling propio. Bravo, bravissimo.